En las redes no hay hueco para los días malos, solo se permite el ser feliz. Así que un buen día, Nadia, cansada de todo lo sufrido y de las normas impuestas por su arrogante agente, decide hacerse una foto al natural: sin maquillaje ni peluquería. Y al igual que sucedió en la vida real con el movimiento #NoMakeUpSelfie, su iniciativa se vuelve todo un fenómeno. Nadia se convierte en el centro de las críticas de todo el mundo, al tiempo que algunas personas empiezan a sentir interés por ella. Nadia se revelará ahora una nueva influencer, una mucho más provechosa e inspiradora: ella misma.
Nadia está en primero de bachillerato, y su sueño es llegar a ser una influencer. En este primer capítulo, vemos cómo es bastante consciente de lo que hay en este mundo de instagrames: falta de privacidad, envidias, culto al cuerpo, deseos de aparentar más que de "ser"... pero a pesar de ello, Nadia parece que es capaz de sacrificarlo todo por conseguir tantos likes como sus envidiadas influencers de renombre.
La realidad sobre la obsesión con el cuerpo, los likes, el qué dirán, la pérdida de la intimidad y el control de los padres. La lectura lleva a querer averiguar qué hay detrás de estas figuras que son
seguidas por miles de adolescentes, y profundizar en las motivaciones
que conducen a los jóvenes a buscar este tipo de éxito. Así, en el caso de Nadia, uno de los motivos fue la falta de ejemplo y empatía con su familia, tan alejados de ella y de su realidad. Eso hizo que a los once años ya tuviera un perfil falso en las redes. Otra de las causas fue el deseo de aparentar una vida perfecta, cuando en realidad no lo era.